Esta reflexión va a ser un poco
distinta, ya que se va a dividir en dos entradas, por lo que la voy a hacer un
tanto diferente… En primer lugar mostraré los datos y reflexiones que fui recogiendo durante
las sesiones invertidas en la película y en la segunda, escribiré los puntos de
vista que sacamos en común toda la clase y mi reflexión final.
Loczy, una escuela de
civilización, trata de una escuela infantil un tanto peculiar, que ya cerró en
el 2011. Antes de convertirse en una escuela infantil, Loczy fue un orfanato.
Al ser adoptados todxs lxs niñxs de este, algunas de las mujeres que ahí
trabajaban, lo convirtieron en una escuela infantil.

Durante toda la película se puede
observar como las educadoras dejan que sean lxs niñxs quienes soluciones sus
problemas, pero si ven que necesitan ayuda, no dudan en ofrecérsela de una
manera especial. Todas las situaciones están pensadas para estxs niñxs y tienen
en cuenta las necesidades de cada niñx en cada momento, cada unx a su ritmo,
sin prisas, esperando a que ellxs mismxs lo hagan.
Fuente: imágenes. Emmi Pikler. mujeresconciencia.com
Otra característica que vi de
todas las educadoras de Loczy, es que hablan mucho a lxs niñxs y, además, como
a adultos, dentro de lo que cabe. Al fin y al cabo, su lema es: “El hogar de lxs niñxs”. No es que lxs
niñxs vivan y los adultos trabajan, sino que lxs niñxs trabajan para superarse
y los adultos se esfuerzan por vivir en un mundo de niñxs.
Como ya hemos dicho, las
educadoras planean situaciones para lxs niñxs, por lo tanto, son las encargadas
de colocar materiales a disposición de éstxs, les estimulan indirectamente
(nunca participan de forma directa en los juegos y tareas de lxs niñxs), ya que
buscan que lxs niñxs experimenten desde la curiosidad.
Las “cuidadoras”, como son
nombradas en la película, no se preguntan el cómo hacerlo, respetan demasiado
el trabajo del/a niño/a como para interrumpirlo. Las educadoras no toman la
iniciativa, están al servicio de lxs niñxs. Debido a esto, se les plantea una
pregunta sobre si lxs niñxs acaban siendo tiranxs con ellas. Contestan que no
tienen esa sensación, se sienten en un trato de igual a igual, al igual que
ellas cumplen las expectativas de lxs niñxs, ellxs también cumplen las de sus
educadoras.
Además, comentan que nunca se han
pensado las cosas, sino que hacen lo mismo que hacían con lxs niñxs del
orfanato, llevado a una escuela infantil. Añaden que un aspecto fundamental es
el de la fuerza de vivir.
En 1996, Myriam David (Libro: “Loczy, una insólita atención personal”),
comenta la actitud de tipo humano, es psiquiatra. Habla sobre la relación
educativa y comunicativa, y dice que hace falta sentimiento pero no perdernos
en este.
Con el método de Pikler, se busca
una experiencia, una relación de empatía, amistad, pero no maternal como surgía
en el orfanato. Niñxs resilientes y de buena salud. Dicen, que a pesar de echar
de menos el orfanato, esto continúa en funcionamiento y que, además, lxs niñxs
por fin están con una familia.
En la escuela infantil no pueden
desarrollar tanto la motricidad, los padres y madres tienen más prisa, pero
cada cosa requiere de su ritmo y hay que darles cierta seguridad, hacerles
sentir que son capaces. No hay tanta flexibilidad para que el/a niño/a se
sienta tan cómodo, ya que hay que hablarlo todo de antemano con las familias.
Otro aspecto de la película es el
periodo de juego, es algo maravilloso, pueden jugar solxs, juntxs… Mientras
tanto la educadora se convierte en observadora y pone palabra a lo que pasa.
Sin embargo, en el orfanato la relación era más profunda, ahora, no proyectan
tanto los sentimientos pero sí sentir. No les conocen del todo bien, ya que las
familias no cuentan siempre todo, pero ellas siguen tratando a lxs niñxs igual
que a lxs del orfanato.
Otro dato curioso es como son
capaces de llegar a explicar sin conflicto. Una escena de la película, un niño
se enfada y empieza a gritar, la educadora en ningún momento pierde los
papeles, espera a que se relaje, habla con él, le explica qué pasa y le
pregunta por qué grita. Esto último es importante, le ayuda a identificar
emociones, luego, él mismo soluciona el problema.
Sobre los cuidados de lxs niñxs,
también son muy especiales, algo muy curioso que más tarde comentaré más
detenidamente, es cómo las cunas de los bebés están en la calle. Todas trabajan
de una manera similar, aunque cada una tenga su esencia. Algo que también
aparece, es cómo las cuidadores más jóvenes, observan durante meses antes de
“zambullirse” en la piscina.
Las educadoras siguen la norma de
libertad entre límites, conceden tiempo y espacio a lxs niñxs, les respetan. No
les castigan, no son malos, respetan los derechos de lxs niñxs, son como son.
Hay límites, reglas, pero las cuidadoras no pierde la sangre fría. Aún así,
consiguen relaciones estrechas.
Comentan que el principio de
Pikler sirve para todxs lxs niñxs. Los cuidados que realizaron con lxs niñxs
del orfanato sirven de gran ayuda para saber cómo actuar con estxs niñxs.
Conseguir que el/a niño/a se sienta lo mejor posible, en todos los sentidos.
Además, cada niñx tiene una cuidadora de referencia, quien le guía y está más
pendiente de él/a.
Una de las últimas anécdotas, es que
hubo un niño que perdió a su cuidadora de referencia y se aisló, pero no
buscaron explicaciones, dicen que lo importante para ayudar al niñx es
encontrar el remedio, algo que comentaré en la segunda parte de esta reflexión.
Lxs niñxs son personas llenas de todo tipo de emociones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario