lunes, 7 de enero de 2019

LOCZY 1.



Esta reflexión va a ser un poco distinta, ya que se va a dividir en dos entradas, por lo que la voy a hacer un tanto diferente… En primer lugar mostraré los datos y reflexiones que fui recogiendo durante las sesiones invertidas en la película y en la segunda, escribiré los puntos de vista que sacamos en común toda la clase y mi reflexión final.

Loczy, una escuela de civilización, trata de una escuela infantil un tanto peculiar, que ya cerró en el 2011. Antes de convertirse en una escuela infantil, Loczy fue un orfanato. Al ser adoptados todxs lxs niñxs de este, algunas de las mujeres que ahí trabajaban, lo convirtieron en una escuela infantil.

Antes de nada, informar que esta escuela se basa en las metodologías utilizadas por Pikler. Emmi Pikler (ver foto a la izquierda) fue una médica formada en Viena que se instaló como pediatra en Budapest (Loczy) en los años 1930.

Durante toda la película se puede observar como las educadoras dejan que sean lxs niñxs quienes soluciones sus problemas, pero si ven que necesitan ayuda, no dudan en ofrecérsela de una manera especial. Todas las situaciones están pensadas para estxs niñxs y tienen en cuenta las necesidades de cada niñx en cada momento, cada unx a su ritmo, sin prisas, esperando a que ellxs mismxs lo hagan.



Fuente: imágenes. Emmi Pikler. mujeresconciencia.com 

Otra característica que vi de todas las educadoras de Loczy, es que hablan mucho a lxs niñxs y, además, como a adultos, dentro de lo que cabe. Al fin y al cabo, su lema es: “El hogar de lxs niñxs”. No es que lxs niñxs vivan y los adultos trabajan, sino que lxs niñxs trabajan para superarse y los adultos se esfuerzan por vivir en un mundo de niñxs.

Como ya hemos dicho, las educadoras planean situaciones para lxs niñxs, por lo tanto, son las encargadas de colocar materiales a disposición de éstxs, les estimulan indirectamente (nunca participan de forma directa en los juegos y tareas de lxs niñxs), ya que buscan que lxs niñxs experimenten desde la curiosidad.

Las “cuidadoras”, como son nombradas en la película, no se preguntan el cómo hacerlo, respetan demasiado el trabajo del/a niño/a como para interrumpirlo. Las educadoras no toman la iniciativa, están al servicio de lxs niñxs. Debido a esto, se les plantea una pregunta sobre si lxs niñxs acaban siendo tiranxs con ellas. Contestan que no tienen esa sensación, se sienten en un trato de igual a igual, al igual que ellas cumplen las expectativas de lxs niñxs, ellxs también cumplen las de sus educadoras.
Además, comentan que nunca se han pensado las cosas, sino que hacen lo mismo que hacían con lxs niñxs del orfanato, llevado a una escuela infantil. Añaden que un aspecto fundamental es el de la fuerza de vivir.

En 1996, Myriam David (Libro: “Loczy, una insólita atención personal”), comenta la actitud de tipo humano, es psiquiatra. Habla sobre la relación educativa y comunicativa, y dice que hace falta sentimiento pero no perdernos en este.

Con el método de Pikler, se busca una experiencia, una relación de empatía, amistad, pero no maternal como surgía en el orfanato. Niñxs resilientes y de buena salud. Dicen, que a pesar de echar de menos el orfanato, esto continúa en funcionamiento y que, además, lxs niñxs por fin están con una familia.

En la escuela infantil no pueden desarrollar tanto la motricidad, los padres y madres tienen más prisa, pero cada cosa requiere de su ritmo y hay que darles cierta seguridad, hacerles sentir que son capaces. No hay tanta flexibilidad para que el/a niño/a se sienta tan cómodo, ya que hay que hablarlo todo de antemano con las familias.

Otro aspecto de la película es el periodo de juego, es algo maravilloso, pueden jugar solxs, juntxs… Mientras tanto la educadora se convierte en observadora y pone palabra a lo que pasa. Sin embargo, en el orfanato la relación era más profunda, ahora, no proyectan tanto los sentimientos pero sí sentir. No les conocen del todo bien, ya que las familias no cuentan siempre todo, pero ellas siguen tratando a lxs niñxs igual que a lxs del orfanato.

Otro dato curioso es como son capaces de llegar a explicar sin conflicto. Una escena de la película, un niño se enfada y empieza a gritar, la educadora en ningún momento pierde los papeles, espera a que se relaje, habla con él, le explica qué pasa y le pregunta por qué grita. Esto último es importante, le ayuda a identificar emociones, luego, él mismo soluciona el problema.

Sobre los cuidados de lxs niñxs, también son muy especiales, algo muy curioso que más tarde comentaré más detenidamente, es cómo las cunas de los bebés están en la calle. Todas trabajan de una manera similar, aunque cada una tenga su esencia. Algo que también aparece, es cómo las cuidadores más jóvenes, observan durante meses antes de “zambullirse” en la piscina.

Las educadoras siguen la norma de libertad entre límites, conceden tiempo y espacio a lxs niñxs, les respetan. No les castigan, no son malos, respetan los derechos de lxs niñxs, son como son. Hay límites, reglas, pero las cuidadoras no pierde la sangre fría. Aún así, consiguen relaciones estrechas.
Comentan que el principio de Pikler sirve para todxs lxs niñxs. Los cuidados que realizaron con lxs niñxs del orfanato sirven de gran ayuda para saber cómo actuar con estxs niñxs. Conseguir que el/a niño/a se sienta lo mejor posible, en todos los sentidos. Además, cada niñx tiene una cuidadora de referencia, quien le guía y está más pendiente de él/a.

Una de las últimas anécdotas, es que hubo un niño que perdió a su cuidadora de referencia y se aisló, pero no buscaron explicaciones, dicen que lo importante para ayudar al niñx es encontrar el remedio, algo que comentaré en la segunda parte de esta reflexión. Lxs niñxs son personas llenas de todo tipo de emociones.

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